sábado, 21 de mayo de 2016

No permitiremos que un puñado de miserables empañen el proyecto de los trabajadores y los pobres de la ciudad y el campo.



Como Movimiento de Pobladores Ukamau, condenamos absolutamente el incendio que terminó con la vida del trabajador Eduardo Lara Tapia.

Eduardo Lara Tapia a sus 71 años de edad ejercía como auxiliar de aseo de la Corporación Municipal de Valparaíso desde hace más de 20 años. Su situación es reflejo de la peor cara del modelo neoliberal, comprendiendo que con su avanzada edad cuidaba de una oficina municipal durante un día feriado. Precisamente frente a dicha realidad hoy nos manifestamos cientos de organizaciones sociales declarando mayores cuotas de dignidad y soberanía para nuestro pueblo, en el marco de la Cuenta Pública de Bachelet.

Nuestras formas y métodos de lucha no excluyen las manifestaciones enérgicas, las protestas callejeras y la autodefensa frente a la represión policial, que han sido medios justos y necesarios para hacernos escuchar y luchar por nuestros derechos como movimiento de pobladores. Pero siempre, SIEMPRE, hemos rechazado la violencia autoreferente de sectores muy minoritarios y desclasados, que incapaces de luchar por cambios de fondo junto a las mayorías de este país, creen combatir el sistema atacando indiscriminadamente todo tipo de locales comerciales, kioskos, letreros, señalética vial, mobiliario urbano y semáforos.   

No permitiremos que un puñado de miserables empañen el proyecto de los trabajadores y los pobres de la ciudad y el campo. 

Cada una de las pobladoras de nuestro movimiento, cada uno de los pobladores, de las y los jóvenes que hacen parte de este sueño, han tenido el tremendo valor de salir a la calle y enfrentar cara a cara la represión del Estado. También lo han hecho los estudiantes, los trabajadores, los pescadores artesanales, en luchas que cuestionan verdaderamente los pilares del sistema.

Esta cobarde minoría, sin dar cara y sin medir consecuencias, alentada y protegida por las fuerzas Policiales, atentan contra la vida y seguridad de cientos de manifestantes, así como la integridad de las y los trabajadores y ciudadanos que simplemente transitaban por el centro de Valparaíso. 

Una miserable minoría proveniente en su mayoría de sectores medios que, en muchas ocasiones, son la primera generación familiar que sale de la pobreza trabajadora, y que se siente aterrada de volver ahí. 

La misma miserable minoría que pretende reemplazar la acción de los trabajadores y el pueblo, con sus cobardes acciones y que incapaces de enfrentar de frente al Estado o a los dueños del capital, del poder y la riqueza en su propio territorio, se protegen al interior de las acciones que la organización popular con esfuerzo y constancia logran levantar. 

La misma miserable minoría que pretende una y otra vez, “enseñarnos”, “corregirnos”, darnos clases acerca de cómo debemos hablar, qué debemos comer, de qué nos podemos reír y hasta cómo debemos escribir. 

Las acciones de esta miserable minoría son perjudiciales para nuestro pueblo, y son funcionales para la represión, deslegitimando a las organización de los trabajadores y el pueblo que se convocan para luchar por sus derechos. 

Hemos tardado en reaccionar y hemos pagado un precio altísimo, la vida de uno de los nuestros, de uno de NUESTRA clase. Sabremos tomar las medidas necesarias para que en las movilizaciones en que participamos como movimiento esto no se vuelva a repetir. Rechazamos asimismo cualquier intento de utilización de esta tragedia, por parte de sectores políticos bajo cuyos gobiernos se ha reprimido y asesinado trabajadores, estudiantes, Mapuche, pobladores...

La movilización social es y será la herramienta legítima que han impulsado los pueblos en Chile frente a una crisis que no da para más. El gobierno se debe hacer responsable por generar las condiciones que posibilitan situaciones como de la que hoy fuimos testigos, puesto que continuar negando derechos y privatizando la vida solo traerá más violencia a un país que ya se cansó de esperar. 

No queremos más Diego Guzmán, nelson Quichillao, Exequiel Bolvarán,  Eduardo Lara. 

Justicia para todos ellos.

Movimiento de Pobladores Ukamau
21 de Mayo del 2016

miércoles, 4 de mayo de 2016

Declaración pública de Ukamau ante la ineficiencia del SERVIU Metropolitano



El 2 de abril el director del SERVIU, Alberto Pizarro, llegó hasta el colegio Amador Neghme de Estación Central para saludar el 5º Congreso del Movimiento de Pobladores Ukamau. En ese lugar, frente a cientos de personas, reiteró su compromiso de que el proyecto habitacional Maestranza San Eugenio, impulsado y gestionado por más de cuatrocientas familias y el patrocinio de los arquitectos Pamela González, Gonzalo Becerra, Cristian Castillo y el difunto Fernando Castillo Velasco, tenga prontos avances. Ese día las familias de Ukamau vieron por primera vez un lienzo oficial que decía “Aquí se construirá el proyecto habitacional Maestranza”, firmado por el SERVIU. 

Meses antes, en declaraciones a La Tercera, Pizarro destacó nuestro proyecto diciendo que el SERVIU “estaba gestionando espacios de otras reparticiones del estado”. Lamentablemente, estas declaraciones de buena voluntad y “trabajo colaborativo con la comunidad” no se han expresado en que el proyecto se concrete.

Los avances pendientes son varios. En primer lugar, el 16 de marzo, en reunión con Ukamau, Pizarro, en nombre del SERVIU, se comprometió a enviar prontamente el estado del trámite del cambio de uso de suelo de la Maestranza, que actualmente es ferroviario e industrial. En enero de 2015 se decidió que esto se modificaría vía artículo 50 de la Ley General de Urbanismo y Construcción, un trámite simple pero vital que sin embargo aún no se concreta. 

Los terrenos que se negociaron entre la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), propietaria de la Maestranza, y el SERVIU, corresponden a un sector donde actualmente habitan varias familias, que hasta diciembre de 2015 pagaron arriendo a INVIA, la inmobiliaria de EFE. Ukamau había escogido un paño absolutamente deshabitado y en desuso, ya que no nos interesa y no creemos que el Estado deba desalojar familias. Sin embargo, este fue el terreno escogido y negociado por SERVIU. Pero, nuevamente, el plazo que estableció el mismo  organismo (diciembre 2015) para que el terreno estuviera despejado y listo para ser intervenido, no se ha cumplido. 

El avance del proyecto Maestranza se ha debido a la presión y movilización que hemos ejercido como Ukamau. Así logramos que el SERVIU aceptara el proyecto y contratara a nuestro equipo técnico de arquitectos bajo las órdenes del equipo de la Entidad Gestora de Inmobiliaria Social (EGIS) del organismo. Nuestros profesionales fueron contratados en julio del 2015 y se firmó un contrato que proyectaba 8 meses de trabajo. En todo este tiempo le han pagado solo dos veces a estos profesionales comprometidos (y la segunda fue mediante la presión que tuvimos que ejercer como organización) Por otro lado, desde SERVIU no existe ningún tipo de protocolo sobre los tiempos de revisión, sencillamente trabajan a discreción, demorando hasta 3 meses la entrega de respuestas a observaciones y evaluando de acuerdo a etapas erróneas por su mismo atraso. 

Como Ukamau exigimos que el Servicio de Vivienda y Urbanismo cumpla el rol para el que fue creado, que es velar por una ciudad digna para quienes la habitan. De no ser así, tendremos que volver a las movilizaciones, hasta el momento el único mecanismo con el que hemos logrado avanzar. 

Movimiento de Pobladores Ukamau
Santiago 5 de Mayo del 2016.

Que la corrupción y el abuso no diseñen nuestras ciudades

“Trabajo mal Hecho También es Corrupción” Jorge Bermudez 2017, Contralor de la Republica Nuevamente debemos salir a manifestarnos a la...